Decretos de prescripción por principio activo y receta digital inician diálogo en comisión mixta
31 de octubre de 2019. Posterior a la consulta pública realizada para los decretos que buscan que se recete por nombre del principio activo y además que los antimicrobianos se prescriban por receta digital, ambos textos entran a la fase de revisión participativa en la “Comisión Asesora de Calidad de Medicamentos”.
Dicha Comisión, creada por reglamento desde el 2006, cuenta con representantes de la Asociación de Industria Farmacéutica Nacional (ASIFAN), la Federación Centroamericana de Laboratorios Farmacéuticos (FEDEFARMA), la Caja Costarricense del Seguro Social, la Universidad de Costa Rica, el Colegio de Farmacéuticos y el Ministerio de Salud.
No obstante, por instrucción del Ministro de Salud, para ampliar el alcance del diálogo se invitó también a participar de este comité consultivo a la Asociación Costarricense de Registradores Sanitarios (ASOCORES), la Asociación de Genéricos Farmacéuticos (AGEFAR), el Colegio de Médicos y Cirujanos, el Colegio de Enfermeras, el Colegio de Cirujanos Dentistas, así como la Defensoría los Habitantes y la representación de los consumidores. De igual forma se convocaría al Colegio de Médicos Veterinarios para lo que corresponde a receta digital.
Los miembros de la Comisión analizarán en primera instancia el decreto para la prescripción por Denominación Común Internacional (DCI) o principio activo, el cual busca dar a los pacientes la oportunidad de conocer los equivalentes terapéuticos disponibles del medicamento prescrito, con el fin de que pueda seleccionar el que mejor se adapte a sus necesidades y capacidad adquisitiva.
Finalizado el trabajo conjunto con el decreto DCI, iniciarán el análisis y recomendaciones del decreto de receta digital, iniciativa que ya se aplica para psicotrópicos y estupefacientes y que ahora busca implementarse para antibióticos, antivirales y antimicóticos inyectados o tomados, que actualmente requieren receta médica física para su entrega, pero se pretende pasar a receta digital con el fin de analizar prácticas y consumos para combatir la resistencia antimicrobiana.