Jueves 09 de marzo, 2023. Según datos preliminares de la Dirección de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, durante el 2022 la notificación de casos por enfermedad renal crónica aumentó un 65.9%, pasando de 3.905 casos en el 2021 a 6.482 en el 2022, lo que representa una tasa de incidencia de 75.6 casos por 100.000 habitantes en el 2021 y de 126.8 casos por cada 100.000 habitantes para el año 2022.

Es importante indicar que la notificación de la enfermedad renal crónica se estableció desde el año 2018, lo que le permite al país luego de cinco años, conocer mejor la situación de las personas que viven con este padecimiento, la cual también se ha identificado como importante causa de muerte.

Asimismo, la mortalidad por esta enfermedad, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), se encuentra entre los grupos de causa básica de muerte en enfermedades del sistema genitourinario, las cuales representaron una tasa de 17.26 muertes por 100.000 habitantes y el 2.87% de la mortalidad total del país para el año 2021.

Fuente: Elaboración propia con datos de INEC, Costa Rica. (2023). Sistema de consulta en línea de defunciones 

Es importante señalar, que la población vulnerable que vive con enfermedad renal, por lo general presenta otras condiciones de salud como la hipertensión arterial y diabetes, principales causas del deterioro renal progresivo.

Conociendo la situación de la enfermedad renal en Costa Rica, las principales enfermedades asociadas con tendencia al aumento, en un contexto nacional determinado tanto por riesgos naturales como antrópicos, al que se suma la pandemia por COVID-19, es que el Ministerio de Salud se une al llamado internacional para crear conciencia sobre la enfermedad renal y las implicaciones negativas que eventos desastrosos, naturales o provocados por el hombre, pueden tener en la población que vive con dicha enfermedad.

Es importante considerar las siguientes recomendaciones para mejorar la salud renal y disminuir la vulnerabilidad durante eventos inesperados:

1. Mantener controladas la hipertensión arterial y diabetes, apegándose a los tratamientos y recomendaciones médicas.
2. Acudir a las citas programadas por su médico y tratarse oportunamente las infecciones urinarias.
3. Mantener un peso adecuado, alimentándose de forma balanceada, evitando alimentos procesados, el exceso de sal y practicando ejercicio físico.
4. Beber agua que le permitan mantenerse hidratado.
5. Evitar la automedicación con analgésicos y antiinflamatorios.
6. Evitar la ingesta de alcohol ya que entre otros aspectos puede aumentar la presión arterial y contribuir a la ganancia de peso.
7. No fumar que permita el correcto flujo sanguíneo a los riñones y disminuya la posibilidad de desarrollar cáncer de riñón.
8. Ante emergencias mantener preparado kit que incluya alimentos, agua, suministros y registros médicos.